[Resumen semanal] Un recordatorio, y por qué el género sí importa en RRHH
Del rol de los estereotipos en nuestra sociedad tan tan igualitaria
Primero de todo, vía la estupenda
me encuentro esto y, de verdad, si hay un resumen mejor de las neuromierdas de hoy día, es difícil imaginarlo, con la chorrada de los ayunos de dopamina y gilipolleces de ese calibre. Para que os hagáis una idea, tenéis tantas posibilidades de ayunar de la dopamina como de ayunar del oxígeno. Aunque es verdad que algunos de los defensores de estas movidas parecen haber pasado hipoxias fuertes. Mmmm.El resumen
Lo primero de todo, este miércoles día 7 acaba el plazo de preinscripción al curso de Terapia de Pareja que tendré la oportunidad de codirigir con Rubén Fernández en la UAL. Aún quedan algunas plazas libres, de modo que si estáis dudando, es el momento.
Segundo, mañana por la tarde a las 19:00 en Alicante y el miércoles a las 20:00 en Murcia estaré con los amigos de la Fundación Mediterráneo, hablando sobre bulos, credulidad y cosas similares. Las charlas serán de acceso libre y gratuito hasta llenar aforo, en sitios céntricos y chulísimos, así que si estáis por la zona, estáis más que invitados a pasar y disfrutarlo. Va a estar guay.
La movida
Es una afirmación relativamente frecuente el que el feminismo no es ya necesario, las organizaciones son igualitarias y la brecha salarial o el techo de cristal no existen, ETECÉ.
Un estudio reciente muestra que, en lo tocante a hacer nuevos contactos (el famoso y cacareado networking porque el lenguaje inclusivo rompe España pero meter ochenta anglicismos está genial), buscar contactos de mayor estatus es algo que se ve recompensado en hombres, y castigado en mujeres. El estudio lo tenéis aquí:
De acuerdo con el artículo, el que las mujeres busquen contactos de mayor estatus que puedan ayudarlas en su carrera profesional es visto como arribismo, y probablemente con atribuciones de deshonestidad (ese clásico “ha llegado a su puesto comiendo pollas”, que por alguna razón nunca se supone de un hombre). Además, que es lo que más me flipa, resulta que parte del “problema” es que buscar contactos de más alto nivel se percibe como un “exceso de agencia”, lo cuál quiere decir que es que es muy problemático que haya mujeres haciendo cosas, porque viola las normas de género asignadas a las mujeres, que por lo visto es que deben esperar pacientemente a ver si alguien se fija en ellas y les da un puesto (o lo heredan, como Ana Patricia Botín), en vez de ir a buscarlo activamente, como se espera que haga un hombre. Este resultado se repite en 4 de los cinco estudios descritos en el artículo.
O sea, que las mujeres podrían verse en un dilema: buscar contactos de alto estatus parece muy importante para progresar en la carrera profesional, pero si lo haces eres una mala mujer. Si sale cara gano yo, si sale cruz pierdes tú.
Uno de los estudios propone que señalizar metas grupales claras donde se priorice el beneficio del grupo sobre el individual, podría reducir este efecto (que, por otro lado, es más inconsistente en hombres). Cómo se podría llevar esto a la práctica no queda del todo claro, sin embargo, ni la razón de ese efecto, con que al final se queda en un “las empresas deberían hacer algo” que es, como sabemos, una cosa que no falla jamás.
Recordad: El viernes vamos a contaros cómo unos tipos se inventaron un experimento clásico de Zimbardo para explicar por qué la policía tendría que parar más y cachear más frecuentemente a los negros, que es la consecuencia imprevista (o no) de la teoría de las ventanas rotas.
Hasta entonces, portaos bien :)