En la última entrada hablamos de un área de investigación relacionada con el autocontrol que ha resultado ser más endeble y se ha acabado cayendo: la idea de que la voluntad es un recurso limitado, que se agota, y que pequeñas decisiones pueden agotarla y dejarnos sin fuerzas para los temas importantes. Aquí abajo.
Lléname el tanque con cuarto y mitad de voluntad
Vampiro: La Mascarada es uno de los juegos de rol que más me han gustado en la vida, y sigo jugándolo desde (más o menos) 1993. Y por muchos años.
Ahora vamos a hablar de otra que también fue antológica, aunque aquí el debate sigue estando un poco más vivo. Hablaremos del experimento de Mischel sobre autocontrol en niños, y que supuestamente era capaz de predecir cómo les iría en la vida a los chavales.
El experimento es este:
Mischel, W., Shoda, Y., & Rodriguez, M. I. (1989). Delay of gratification in children. Science (New York, N.Y.), 244(4907), 933-938. https://doi.org/10.1126/science.2658056
En este experimento se cogía a grupos de peques de unos 4 años, y se les pedía que pasaran la prueba de la nube (el marshmallow en el original): la prueba consistía en que se les sentaba delante de una de estas chuches, y se les decía que, si esperaban a que volviera el entrevistador, en vez de una, podrían comerse dos. Y el entrevistador se iba de la sala un rato, y sin que el crío lo supiera, le grababan mientras esperaba y trataba (o no) de resistir la tentación. Aquí un vídeo de niños pasándolo mal, que es algo que los psicólogos hacemos mucho:
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